“Cuando llegué a Nueva Zelanda era todo nuevo para mi, me costó un poco adaptarme ya que mi inglés no era muy bueno. Al pasar los días fui conociendo gente dentro del instituto y asimismo otras culturas. Lo más importante fue ir a clases ya que sin eso seguiría tal cual llegué con mi nivel de inglés.
Ahora estoy feliz ya que puedo tener una conversación y entender lo que me están diciendo y con respecto al país hasta el momento ha superado mis expectativas por lo que he decidido extender mi visa y alargar mi estadía acá.”